Como ya habréis visto muchos de vosotros durante los paseos con vuestras mascotas, ya podemos encontrarnos la Oruga Procesionaria en los parques. En este artículo os vamos a comentar el peligro de entrar en contacto con estas orugas, qué hacer en caso de contacto, y una de las mayores dudas que hemos tenido con nuestros clientes, la correcta identificación de la oruga que es tóxica para nuestra mascota, y para nosotros.
ORUGA PROCESIONARIA DEL PINO (Thaumetopoea pityocampa)
La oruga obtiene su nombre “procesionaria de los pinos” debido a que los nidos se forman en los pinos, y cuando las temperaturas aumentan las orugas se desplazan en fila india, una detrás de la otra en procesión por el suelo. Ésta es la etapa de gran peligro para nuestras mascotas ya que están a su alcance, y debido a su curiosidad pueden entrar en contacto con ellas, causando las lesiones.
No hay que confundirlas con las orugas de los prados, las cuales no son urticantes al contacto. También tiene pelo, y se parecen mucho a las procesionarias, pero las orugas de los prados no van en procesión y los nidos no están en los pinos, son las orugas que podemos encontrar en el campo, donde tienen los nidos en el suelo, y en zonas donde no hay pinos.
EL PELIGRO DE LAS ORUGAS PROCESIONARIAS
La procesionaria del pino posee unos pelos urticantes que, al entrar en contacto con perros, gatos y otros animales, puede producir lesiones muy graves que pueden provocar incluso la muerte de los animales.
El contacto se puede producir con la hilera de procesionaria del pino en movimiento o con nidos caídos al suelo, los cuales pueden contener restos de pelo urticantes. Las localizaciones y las secuelas de las lesiones están estrictamente relacionados con la parte del cuerpo afectada.
La localización más frecuente es la oral, el animal demuestra nerviosismo, actos de deglución rápidos, se toca la boca con las patas, hipersalivación… Al cabo de unas horas, aparecen unas manchas rojizas o moradas en la lengua, si progresa el animal puede empezar a tener dificultades respiratorias, vómitos (si ha ingerido la oruga), aumento de temperatura, convulsiones, respuestas inflamatorias y por consecuente la muerte.
Las lesiones locales, como por ejemplo las patas, tienden a evolucionar hacia necrosis, llegando perder tejido sin un tratamiento adecuado y a tiempo. Otra posibilidad es la aspiración durante el olfateo, que causa rinitis aguda.
COMO PREVENIR EL CONTACTO
La mejor medida es intentar no exponer a los animales a esta oruga evitando los paseos por pinares durante la época de mayor presencia en el suelo de las orugas, entre febrero y abril.
¿QUÉ HACER SI SE HA PRODUCIDO EL CONTACTO CON ORUGAS DE LA PROCESIONARIA DEL PINO?
Si se produce contacto, hay que lavar la zona afectada con agua caliente (que no esté hirviendo), ya que el calor desactiva la toxina. NUNCA se debe frotar la parte lesionada, ya que se pueden romper los pelos de las orugas y quedarse adheridas a la piel de tu mascota. El paso siguiente es acudir URGENTEMENTE al veterinario para comenzar con un tratamiento.
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