Hoy en nuestro blog os vamos a hablar de la Leishmaniosis. Una enfermedad parasitaria endémica en Extremadura, es decir, que es muy “abundante” y las probabilidades de contagio son muy altas. Os vamos a explicar brevemente qué es la Leishmaniosis, quién la transmite, lo que podría pasarle a tu mascota y cómo lo podemos prevenir.

Para cualquier duda, por favor, no dude en llamarnos o escribirnos a nuestros números de teléfonos o correo. Estaremos encantados de hablar con vosotros sobre éste y cualquier otro tema que le concierne sobre la salud de su mascota.

¿Qué es la Leishmaniosis canina?

La leishmaniosis es una enfermedad parasitaria la cual se transmite principalmente por un grupo específico de flebotomos (mosquitos muy pequeños), pero, hay algunos estudios en los que considera otras formas de contagio: Transmisión venérea (actividad sexual), transmisión vertical (madre a crías), transmisión horizontal (de un perro a otro), y por tranfusión sanguínea. Por estas razones siempre pedimos que no se usen para cría los animales positivos a Leishmaniosis.

Leishmaniosis

La forma de transmisión más importante y común es por la picadura de un flebotomo infectado por Leishmania infantum, se conocen tres tipos de flebotomos en España que pueden transmitir la enfermedad: Phlebotomus perniciosus, P. ariasi y P. langeroni.

Estas tres especies de flebotomo hace que la distribución por España sea completa. Los meses de mayor actividad de estos flebotomos era entre mayo y octubre, pero debido al aumento de temperaturas se está detectando una amplitud de actividad que empieza a finales de febrero permaneciendo activos hasta diciembre.

¿Qué le puede ocurrir a mi perro?

Los signos clínicos son las “manifestaciones” que la Leishmaniosis puede desarrollar en tu mascota. Estos signos pueden ser muy inespecíficos, es decir, signos muy generales que pueden desarrollarse en muchas otras enfermedades, como lo serían la pérdida de peso, vómitos, diarrea, fiebre, problemas cutáneos, problemas oculares, aumento o disminución del apetito, cojeras, mucosas pálidas…

Si la enfermedad está muy avanzada puede desarrollar problemas renales, causando la muerte de la mascota.

Por esto y por estar en una zona endémica como Extremadura, debemos realizar una serie de analíticas para poder diagnosticar, y así tratar correctamente, la enfermedad.

Leishmaniosis

¿Por qué tenemos que realizar analíticas?

Con la presencia de los signos clínicos podemos tener la sospecha de la enfermedad que está afectando a tu mascota, pero la lista es siempre muy amplia, por lo que se debe realizar varias pruebas para poder llegar a un diagnóstico. Además, estas analíticas nos mostrarían el grado de enfermedad, ayudándonos a desarrollar el mejor protocolo para tratar la enfermedad.

El tratamiento no tiene porqué ser de por vida, la enfermedad se puede llegar a controlar, y en algunos casos, los tratamientos se pueden parar completamente, sólo sería necesario controles rutinarios, los cuales, en algunos casos, pueden ser tan sólo anuales.

¿Por qué recomendamos realizar una analítica si tu mascota no muestra ningún síntoma de enfermedad?

Hay muchos casos en los que la enfermedad es subclínica, es decir, que, aunque el animal no muestre ningún signo, puede estar contagiado. En estos casos, no sería necesario instaurar ningún tratamiento, pero es muy importante tener controles rutinarios para poder monitorizar la evolución de la enfermedad, aumentando la calidad de vida de tu mascota. 

En estos casos, también se recomienda la vacunación de las mascotas ya que reduce el progreso de la enfermedad y reduce las probabilidades de desarrollar signos clínicos.

¿Cómo podemos prevenir la enfermedad?

Hoy en día hay muchas opciones para poder prevenir la enfermedad, pero aún no existe un producto que cubra a tu mascota al 100%, por eso la mejor forma de prevenir la enfermedad es combinando los antiparasitarios externos con la vacuna.

Los antiparasitarios externos consisten en una pipeta o en un collar, previenen que el flebotomo se alimente de tu mascota, impidiendo el contagio de la enfermedad:

  • La pipeta se aplica en la piel de tu perro cada 4 semanas,
  • El collar puede llegar a durar 12 meses.
prevención

Además, estos productos también protegen contra otros antiparasitarios, comprueba con tu veterinario cual sería el mejor para tu mascota, ya que depende mucho de la zona donde vives y de la forma de vida de tu mascota. 

La vacuna no previene la infección, es decir, el flebotomo puede transmitir la enfermedad, PERO, sí previene el desarrollo de la enfermedad y reduce la probabilidad de la aparición de los signos clínicos.

Las vacunas disminuyen el riesgo de desarrollar la enfermedad, ya que preparan las defensas frente al parásito de la leishmaniosis por si un flebotomo infectado llegase a contactar con el animal.

La vacuna que nosotros recomendamos es la LetiFend®, una vacuna que se desarrolló en colaboración con la Universidad de Extremadura. Se puede empezar a los 6 meses de vida de tu mascota, empezando a proteger 28 días después de la inyección, y sólo es necesario repetirla anualmente.

¿Cual elegir?

Debido a que en Extremadura hay un gran riesgo de infección durante todo el año, lo mejor para tu mascota es la combinación de los antiparasitarios externos y la vacuna, ya que ayudan a prevenir el contagio y al desarrollo de la enfermedad. Además, recomendamos vacunar a los animales positivos a la enfermedad pero que no tenga signos clínicos, ya que ayudamos a reducir el desarrollo de ésta.

¿Puede mi gato contagiarse de leishmaniosis?

Hay varios estudios en los que se han diagnosticado la enfermedad en gatos, pero es muy raro que se vean signos clínicos en ellos. Esto podría deberse a que los gatos sean más resistentes que los perros a la enfermedad, o que simplemente no se realicen las pruebas necesarias para diagnosticarla.

Prevención, sólo existe un producto actualmente que puede prevenir la picadura del mosquito, ya que los que se usan normalmente en perros son tóxicos para los gatos. Consulta con tu veterinario.

soluciones

Las soluciones:

  • Repelentes: collares y/o pipetas evitan la picadura del “mosquito” y por lo tanto la infección, contribuyendo además a limitar los contagios a otros animales y personas. En zonas endémicas, como en Extremadura, recomendamos aplicar los antiparasitarios durante todo el año y vacunar anualmente a tu mascota. 
  • Test de diagnóstico: diagnosticar la leishmaniosis a tiempo mediante un test es clave para evitar la progresión de la enfermedad. Se recomiendo realizar un test entre enero y marzo, 7 días antes de la vacunación, y repetirlo anualmente (test y vacuna).
  • Vacunación: con una vacunación anual frente a la leishmaniosis evitaremos el desarrollo de los signos clínicos en el perro.
  • Tratamiento de los animales enfermos: el perro enfermo una vez diagnosticado y tratado adecuadamente deja de ser un riesgo de contagio. En mascotas positivas a la Leishmaniosis, pero clínicamente sanos, se recomiendo continuar con los antiparasitarios para minimizar la transmisión del parásito, y la vacuna para reducir el desarrollo de la enfermedad.

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